Cada año son más los distritos que le dicen no a la pirotecnia. Es que a los riesgos que genera su eso, se ha sumado en los últimos tiempos, una mayor concientización del daño que ocasionan en los animales, e incluso el peligro de incendio en zona de bosques y pastos.
A pesar de los riegos que implica su manipulación, una enquistada tradición los mantiene vigentes años tras año en época de fiestas. Atractivos por su gran espectacularidad de luces, colores y potentes sonidos, los fuegos artificiales son además altamente peligrosos para quienes lo manipulan: estadísticamente está comprobado que su uso es pasible de provocar cegueras, quemaduras de tercer grado y cicatrices permanentes, así como incendios potencialmente mortales en casas y vehículos. Sin contar los daños sobre los animales.
En los últimos años, algunos municipios han tomado la delantera, y en línea con el resguardo de la salud pública, han decretado la prohibición total de pirotecnia, no obstante existen todavía muchos donde su uso es libre.
Por ello aquí dejamos algunas recomendaciones a tener en cuenta, para reducir al mínimo los riegos que implica su manipulación.
Consejos para el uso de pirotecnia
Adultos a cargo. El principal consejo es que los productos deben ser manejados por adultos, con protección ocular y ropa no inflamable, y nunca por los más chicos que deben estar lejos del lugar donde se manipula la pirotecnia.
Los lugares. Además, los fuegos artificiales deben usarse en lugares abiertos, lejos de los edificios, respetando las indicaciones que figuran en el producto. Y no se deben arrojar contra muros, cajas de luz o gas, ya que pueden causar incendios en el lugar o a la distancia.
El producto no debe guardarse en los bolsillos ni ser dejado al sol o cerca de fuentes de calor. Deben también permanecer en el piso, nunca en las manos ni dentro de botellas o latas.
Al encender. Se recomienda evitar encender petardos con mechas cortas (un centímetro o menos), ya que no dan tiempo a quien los enciende de alejarse lo suficiente. En el cuidado de los niños, se aconseja también proteger sus oídos con tapones del tipo que se usan para ir a la pileta.
Cuando un producto no explota no debe tocarse aunque la mecha parezca apagada y hay que apagarlo con abundante agua y mantenerse lejos.
Precaución en la compra. La pirotecnia no se puede vender a menores de 16 años. Y los productos autorizados tiene la leyenda “autorizado por el Renar” o por la DGFM (Dirección General de Fabricaciones Militares).
Los productos ilegítimos contienen pólvora blanca, un compuesto muy inestable que explota ante la mínima fricción, sin necesidad de encenderlos.
Lesiones y accidentes: qué hacer
Lo más usual. Las lesiones más comunes son quemaduras, muchas veces en manos al explotar los petardos antes de tiempo, intoxicación, contienen plomo, azufre y pólvora, y lesiones en los ojos, desde quemaduras de párpados hasta perforaciones en el ojo.
Cómo actuar. Si toma fuego la ropa se lo debe sofocar envolviendo al accidentado con una manta o haciéndolo rodar por el suelo. Nunca debe caminar y menos correr.
La zona lesionada debe ser lavada con agua fría o helada, disminuye el edema y calma el dolor. Retirar anillos, pulseras u otros elementos que causen presión sobre la zona quemada.
Además, se recomienda cubrir la zona afectada con paños limpios, toallas o sábanas. Si la quemadura es en dedos, separarlos con gasas húmedas antes de vendarlos.
Que no hacer. Ante quemaduras, nunca se deben colocar cremas, pomadas, ungüentos caseros o medicinales. Tampoco hay que remover la piel resquebrajada ni reventar las ampollas, ni aplicar presión en la zona.
En caso de accidentes con compromiso ocular, no tocar ni realizar ninguna maniobra sobre los ojos.
Al médico. Con urgencia se debe concurrir al centro médico más cercano.
¿Qué efectos tiene la pirotecnia sobre los animales?
El uso de pirotecnia genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte. Los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad. Los perros suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse. Las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte; los gatos suelen correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse; los insectos y otros animales pequeños poco pueden hacer para no ser dañados, la pirotecnia es para ellos un explosivo de gran tamaño.