Hace pocas horas atrás, en el Km 348 de la Ruta 11, en la zona de ingreso a Nueva Atlantis, una nueva colisión entre un vehículo y un caballo reavivo la polémica. El automóvil una ford ranger quedo en muy mal estado, los ocupantes padre e hijo con golpes leves y el animal muerto. ¿Quien es el culpable? y ¿como se puede detener esta peligrosa realidad?.
“Lamentablemente seguimos teniendo, no de ahora sino de años, animales sueltos sobre la cinta asfáltica, y bueno, esta vez no fue con víctimas pero sí las hemos tenido en muchos otros” señaló Marcos Larluz jefe de Bomberos de Mar de Ajó en entrevista con medios locales.
El jefe de Bomberos añadió que «nadie» se responsabiliza de los hechos, ni personal de autovía, ni personal de vialidad» y remarcó que hay una gran ausencia de una estadísticas como para buscar una solución.
Desde Seguridad Vial remarcan que ante un siniestro vial el dueño del animal debe responsabilizarse ante la ley, son hechos evitables y como tales todos somos responsables, desde el acto de la tenencia responsable de animales hasta los controles necesarios.
La ley nacional de tránsito prohíbe tener animales sueltos a la vera de la ruta, como así también el arreo. En el caso de establecer quien es el propietario del animal en cuestión y tras un accidente, el o los damnificados pueden iniciar acciones civiles. Estudios nacionales revelan que la mayoría de los accidentes en los cuales participan animales sueltos, los ocupantes de los rodados sufren lesiones graves o bien terminan muertos.
Según estudios realizados existen tres tipos de accidentes: los originados por los animales sueltos; Los que generan los animales domésticos o mascotas: los producidos por el ganado errante, ya sea que hayan escapado de un campo o deambulen por las banquinas en busca de pastaje y en menor medida los provocados por animales silvestres.
El mayor porcentaje de los siniestros se produce en horario nocturno lo que implica el déficit de guarda de los mismos en estos horarios. Resaltando la falta de “tenencia responsable de animales“, se le aumenta el plus de la reducida visibilidad en los horarios nocturnos y la maleza crecida en las banquinas en épocas de lluvias.