A pesar de la polémica por la fuerte suba de tarifas, en el Gobierno estiman que aún tienen margen para seguir recortando subsidios y encareciendo las boletas que reciben los usuarios de gas y electricidad, aún por encima del indicador de inflación promedio.

Así se desprende de un análisis realizado con datos oficiales del ministerio de Energía y publicado por Sebastián Galiani, secretario de Política Económica (que ya anunció su salida para agosto de la gestión Cambiemos), y Guillermo Cruces, asesor en el mismo Ministerio de Hacienda.

Incluyendo la tarifa social, los precios de la electricidad y el gas natural por red que pagan los usuarios siguen siendo «casi 25% menores a las que se pagaban en el año 2000, antes del congelamiento«, sostienen los funcionarios.

«Hubo una distorsión de precios relativos por el congelamiento tarifario. Entre el 2000 y el 2015, el nivel general de precios se multiplicó casi por 15, mientras que las tarifas se multiplicaron por menos de un tercio (0,34)«, dice el análisis.

Y señala que la «normalización tarifaria» que impulsa el Gobierno de Mauricio Macri pretende cerrar esta brecha «de manera gradual», según publicaron Galiani y Cruces en «Foco Económico», un blog de economía y política.

En segundo lugar, los economistas indican que a lo largo de los últimos 18 años, en promedio un hogar del Área Metropolitana de Buenos Aires destinó al pago de gas y luz una proporción que varió entre 4,4 y 0,7% de sus ingresos.

Fuente: Ámbito Financiero

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