La polémica y millonaria obra “Centralidades Pinamar” financiada por el gobierno nacional y por cuyas irregularidades fue imputado el intendente Martín Yeza quedó sin terminar y sin adjudicataria.
El gobierno decidió rescindir el contrato con la empresa Ashoka por los reiterados incumplimientos y ordenó la toma de posesión y ejecución de la garantía.
Anteriormente concejales del bloque de Unidad Ciudadana impulsaron una denuncia penal para que se investiguen posibles irregularidades y el desvío de $12 millones en el marco de estos trabajos, valuados en 33 millones
de pesos. El Concejo Deliberante además interpeló a los funcionarios intervinientes al sostener que los costos de la obra no solo fueron
excesivos sino que además no se realizó correctamente.
Según informó Telégrafo. en aquel entonces, tanto el jefe de Gabinete de Pinamar, Federico Panzieri, como la secretaria de Planeamiento, Mila Gómez Beret, reconocieron la mala ejecución de la obra sobre avenida Bunge, pero al mismo tiempo entendieron “más conveniente” exigir el
cumplimiento de los trabajos y no rescindir el contrato y re licitarlos.
Dos meses de la interpelación, el intendente Yeza por decreto ordenó dar por concluido el contrato con la empresa que ganó la licitación y proceder a la toma de posesión de la obra. También instó a la ejecución de la garantía de cumplimiento de contrato, seguros, fondo de reparo y a la persecución del cobro de las multas que correspondan.
El Gobierno de Pinamar admitió que la millonaria obra debía terminar en diciembre de 2017, pero un año después aún no se había logrado. “La empresa excedió plazos e incumplió sistemáticamente las órdenes de servicio labradas”, remarcó Yeza en el decreto.
Fuente: Telégrafo.