Lo que dicen los vendedores es que la temporada viene floja”, expresó Fernando Díaz, Presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Playa de la zona sur del partido de La Costa, durante una entrevista ofrecida para Opinión.
Díaz manifestó que lo cierto es que hasta el momento “no ha venido gran cosa” en cuanto a la cantidad de turistas que visitan el partido de La Costa, y en este aspecto consideró que ello se debe fundamentalmente “a la situación del país”.
De la comparación con el mismo período de año pasado, sostuvo que en esta temporada se registra un nivel mucho más bajo de afluente turístico, lo cual ya ha comenzado a generar preocupaciones en el sector.
«Queremos esperar unos días para poder tomar una evaluación de lo que tenemos en la primera quincena, pero relativamente es baja en comparación a lo que se vio el año pasado” remarcó.
Actualmente en la zona sur del partido de La Costa, los vendedores ambulantes que trabajan en playa poseen un permiso para ello, y se abocan a un total de 12 rubros, entre los cuales se incluyen los más populares, que suelen ser los panchos, los licuados, las gaseosas, los helados y la ensalada de frutas. En cuanto a los valores de estos productos, se ha intentado mantener precios accesibles, por lo que un pancho cuesta $50, el choclo $50 y un licuado $100.
“Tuvimos una charla con los vendedores para que pudiéramos vender y ganar en la cantidad, por eso pusimos los precios que pusimos, porque si vendemos más caro no vendemos. Además tenemos que empezar a cuidar al turista, no matarlos para que empiecen a venir y atenerlos como corresponde” resaltó Díaz.
Además aclaró que “Sabemos que estamos viviendo en un momento muy complicado, donde falta el trabajo, entonces la solución en este momento que vino gente es salir a vender a la playa, pero lamentablemente está muy superpoblada y estamos tratando de reacomodar, y ahí se producen algunos inconvenientes porque ellos no quieren salir, porque tienen derecho a trabajar, porque necesitan trabajar. Nosotros los entendemos, pero tenemos un cupo que tenemos que respetar, porque si no la playa sería un desmán”.
Por otro lado, Díaz se refirió a los conflictos que todos los veranos surgen en torno a los inmigrantes nigerianos que se dedican a vender productos en la playa, acerca de lo cual indicó que este año “vinieron muchos menos que el año pasado”, y al mismo tiempo anunció que “estamos tratando de regularizar con ellos”, sobre lo cual precisó: “Estamos dialogando con ellos porque son una comunidad donde tienen un jefe, así que estamos tratando de solucionar ese problema, y por lo menos ya está apalabrado, después vamos a ver qué es lo que solucionamos”.
Fuente: Opinión de La Costa
