Juan Pablo Chiesa, abogado especialista en Derecho Laboral y Presidente de la Asociación de Profesionales Representantes de Emprendedores y Empresarios Afines (APREEA) analiza los costos laborales para los empresarios en el contexto actual.

Chiesa destaca que la realidad del costo laboral en la argentina es que a una empresa que emprende y arranca su negocio para poder salir de la crisis, si tiene la intención de tomar un empleado, debe afrontar un costo laboral casi un 57% del sueldo que se lleva en la mano el empleado.

Una empresa, por cada empleado, tiene un costo laboral altísimo, de un empleado que gana en mano $16.600, se le suma $9500 de costos laboral. 

Los aportes a la seguridad social que el empleador le retiene todos los meses a sus empleados, están reflejados en su recibo de haberes, y tienen como destino a las jubilaciones y pensiones (11%), a la obra social del Pami (3%); y a la obra social (3%), todo esto representa el 17% del salario bruto de cada dependiente.

Además de los aportes y contribuciones que todo empleador paga por cada empleado, esta obligada a pagar la cuota sindical, la cuota mutual y la cuota de Sepelios, entre otras, erogaciones impuestas por los sindicatos acorde a cada CCT aplicable.

Se suma a estos costos, pero no forman parte de las cargas sociales, la alícuota correspondiente a las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (ART) que, según la actividad de cada empresa, varían desde el 2% al 8% según el riesgo de la actividad laboral. En materia de contribuciones, a cargo del empleador, este tributa, mediante la plataforma virtual de AFIP, y según el Decreto 814/2001 modificado por la ley 27430 de reforma tributaria 2018.

«Las empresas no toman gente no porque no quieren, sino porque no pueden» concluye y recomienda impulsar un plan de blanqueo laboral mediante una reforma laboral sin tocar las Ley de Contrato de Trabajo ni avasallar ningún derecho laboral, solo graduando y reduciendo el costo laboral.

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