El SMVM, actualmente, desde el mes de diciembre esta ubicado $11300, con un incremento de $11.900 desde Marzo y en junio de $12.500.
Estos valores representan el 42% de la canasta Básica que se fijó en $26.500. En termino reales, contamos con un 42% de la caída de los aditamentos que debe contar el salario básico en una población.
El monto del salario real será el más bajo de los últimos 14 años. En otras palabras, en los últimos años el SMVM habrá sido una de las variables que habrán experimentado el mayor ajuste en el mercado de trabajo y la caída del salario real.
Si tomamos en cuenta que la suba del dólar se traslada a los precios, al dolarizar el SMVM, en comparación al mes de agosto de 2010, el SMVM de ese entonces era de USS439. Si lo traemos a la actualidad, luego de 9 años, el SMVMes deUSS304.
En enero de 2018 la relación porcentual que representaba la relación de SMVM y la canasta básica cayó 56%, y en enero de este año está en torno al 43%. En términos porcentuales, la caída real del salario en el 2019estará en torno al 15% y 20%.
En otras palabras, el SMVM ha perdido en los últimos años todo valor virtuoso como referencia para el mercado de trabajo y el consumo, puesto que el Gobierno Nacional lo ha manipulado “gradualmente” como herramienta de ajuste para contener los reclamos salariales.
La utilización del SMVM como ancla salarial contraviene las disposiciones legales y lo aleja cada vez mas de su función de garantizar a un trabajador la remuneración mínima que requiere para asegurarse una alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuarios, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.
A su vez, se encuentra cada vez más lejos del monto que el propio Estado reconoce como línea de pobreza para un grupo familiar, ni hablar, de estar por encima del monto requerido para acceder a los alimentos mínimos necesarios para no caer en la indigencia.
El costo de la canasta básica, que fija la línea de pobreza, es superior al doble del SMVM, esta realidad me lleva a concluir que no se puede utilizar un mecanismo de represión salarial y de enfatizar el ajuste sobre el conjunto de los trabajadores que, inevitablemente, provocan la pérdida del poder adquisitivo y el derrumbe dela estructura salarial y el mercado de trabajo.
*Juan Pablo Chiesa es Abogado (UBA). Presidente de la Asociación de Profesionales Representantes de Emprendedores y Empresarios Afines. Doctrinario laboralista. Asesor y analista de opinión jurídica. Autor de «Los Principios de la Empresa y los Sueldos»