Hoy los hinchas del Xeneize están viviendo una especie de navidad futbolística. Es claro que en Boca hay un antes y un después de Juan Román Riquelme y los 10 de noviembre evocan un recuerdo que parece nunca quedará en el olvido.
Un día como hoy pero de 1996, Riquelme pisaba por primera vez La Bombonera de manera profesional y el resultado fue algo que sería una constante en toda su carrera: Triunfo de Boca y ovación de todo el estadio.
El partido fue contra Unión de Santa Fe, por el Torneo Apertura de 1996, Román había llegado a La Rivera junto a otros jugadores en un «pack» proveniente de Argentinos Juniors.
De ese 96 y hasta el 98, Riquelme jugó «pocos partidos» en el club pero seguía brillando en las Selecciones Juveniles de José Pekerman. El quiebre se dio un día frió de julio de 1998. La llegada de Carlos Bianchi a Boca comenzaría a transformar a aquel enganche flaquito en el máximo ídolo de la historia del club.
El Boca del Virrey ganó todo y Román fue una de las banderas, yendo de menor a mayor y dejando una marca imborrable en épicos partidos de Copa Libertadores y del Mundo.
En su primera etapa con el Xeneize, Riquelme ganó un Torneo Clausura, dos Apertura, dos Copa Libertadores y una Copa Intercontinental. En la segunda etapa, que fue desde 2007 a 2014, sumó a su repisa dos Torneo Apertura más, una Copa Argentina, otra Copa Libertadores y una Recopa Sudamericana.
Desde el 2019 el pueblo boquense lo tiene nuevamente en casa, Román es vicepresidente segundo y encargado del fútbol de Boca, así es, encargado del fútbol, como si el destino forzara que desde adentro o desde afuera del verde césped, las palabras Boca y Futbol, siempre converjan en Riquelme.