El Papa Francisco consideró este sábado que un ingreso básico universal y la reducción de la jornada laboral son «medidas necesarias» de cara a la pospandemia de coronavirus, al participar del IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares durante el cual pidió a los organismos internacionales de crédito la condonación de las deudas de los países pobres, «tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos».
A través de un videomensaje, el pontífice pidió la implementación de «un ingreso básico, el IBU, o salario universal para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida». «Es justo luchar por una distribución humana de estos recursos. Y es tarea de los Gobiernos establecer esquemas fiscales y redistributivos para que la riqueza de una parte sea compartida con equidad sin que esto suponga un peso insoportable, principalmente, para la clase media», argumentó.
«En el siglo XIX los obreros trabajaban doce, catorce, dieciséis horas por día. Cuando conquistaron la jornada de ocho horas no colapsó nada como algunos sectores preveían. Entonces, insisto, trabajar menos para que más gente tenga acceso al mercado laboral que es un aspecto que necesitamos explorar con cierta urgencia», basó su reclamo.
«Considero que son medidas necesarias, pero desde luego no suficientes. No resuelven el problema de fondo, tampoco garantizan el acceso a la tierra, techo y trabajo en la cantidad y calidad que los campesinos sin tierras, las familias sin un techo seguro y los trabajadores precarios merecen», defendió el Papa, en línea con el reclamo de las denominadas «3T» (Tierra, Techo y Trabajo) que se han convertido en el principal reclamo de los movimientos populares.
A lo largo de su discurso, el Papa dio además una lista de pedidos de cara a la salida mundial de la pandemia de coronavirus. Así, reclamó «en nombre de Dios a los grandes laboratorios que liberen las patentes» farmacéuticas.
«Tengan un gesto de humanidad y permitan que cada país, cada pueblo, cada ser humano tenga acceso a las vacunas. Hay países donde sólo tres, cuatro por ciento de sus habitantes fueron vacunados», solicitó.
Por otra parte, le pidió a los organismos internacionales de crédito la condonación de las deudas de los países pobres. «Quiero pedirles en nombre de Dios a los grupos financieros y organismos internacionales de crédito que permitan a los países pobres garantizar Ias necesidades básicas de su gente. Condonen esas deudas tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos», planteó el Sumo Pontífice.
El de hoy fue el cuarto encuentro entre el Papa y los representantes de los movimientos populares de todo el mundo, que, entre otros, congregan a trabajadores de la economía informal, cartoneros y agricultores, tras las reuniones de 2014 y 2016, en el Vaticano, y de 2015 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Entre los participantes argentinos al encuentro, que se desarrolló de manera virtual, estuvieron los referentes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban ‘Gringo’ Castro, Gildo Onorato, Dina Sánchez, Norma Morales, Sergio Sánchez, Jacquelina Flores y Horacio Ávila, entre otros.
También formó parte del encuentro el integrante del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, el dirigente social y referente del Frente Patria Grande, Juan Grabois.