Lucas González, el jugador de las inferiores de Barracas Central de 17 años que fue baleado por efectivos de civil de la Policía de la Ciudad el miércoles por la noche cuando volvía de entrenar con otros tres amigos, murió luego de permanecer en «estado crítico» y con asistencia mecánica, según el parte médico difundido por el Hospital El Cruce.

Emanuel, tío de Lucas, confirmó la triste noticia frente a las cámaras de C5N: ‘Lucas acaba de fallecer, le pedimos que respeten la intimidad de la familia porque están destrozados, de ahora en más solo queremos justicia por Lucas. Cuando ellos puedan hablaran de vuelta con ustedes como hablaron durante todo el día».

Cerca de las 17.45, los padres de Lucas fueron convocados por las autoridades del hospital y en ese momento les confirmaron que su hijo había fallecido como consecuencia de las lesiones que le provocaron los balazos.

Con profundo dolor, llanto y angustia, familiares, amigos y vecinos de Lucas González, participaban esta tarde de dos movilizaciones para pedir «justicia» por el asesinato.

Los manifestantes se enteraron mientras participaban de ambas convocatorias del fallecimiento del joven, ocurrido pasadas las 17.45, y se extendieron las muestras de dolor.

Una de las marchas se realizaba en el hospital El Cruce de Florencio Varela donde, el joven permanecía internado desde la madrugada en gravísimo estado y en la que se hallaban los padres, familiares y decenas de amigos, todos adolescentes, muchos de los cuales eran también futbolistas.

«Personal de la Policía de la Ciudad culpables», «Justicia por los pibes», «Que paguen los culpables, tenía toda una vida por delante, justicia por Lucas González» y «Basta de gatillo fácil» fueron algunos de los carteles que esta tarde llevaron los manifestantes pasadas las 17, cuando comenzó la marcha.

«Lucas se levantó, vino a entrenar como todos los días con el sueño de llegar a primera, termina el entrenamiento y se está yendo a la casa con los amigos tranquilos y pasó lo que pasó», dijo entre lágrimas Camilo, amigo de la víctima.

El joven afirmó que los interceptó un «auto de civil y nunca dijeron ‘soy policía’, los persiguieron y ellos pensaron que los querían robar, les dispararon de la nada».

«Lucas era un pibe muy bueno, muy alegre, es injusto todo lo que está pasando a él y a la familia», expresó el muchacho, quien desmintió la versión de la Policía sobre que iban armados.

Por último, Camilo aseguró que su amigo tenía «el sueño de ser jugador de primera» y vinieron «unos hijos de puta para hacerle lo que le hicieron».

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