• 14 julio, 2025

Deudas familiares | En estado crítico

En 2025, el 91% de los hogares argentinos enfrenta deudas, principalmente por tarjetas de crédito utilizadas para comprar alimentos. Analizamos las causas y consecuencias de esta situación crítica.

El endeudamiento de las familias argentinas alcanzó un nuevo punto crítico. Según un relevamiento del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas, publicado originalmente por el diario Página 12, nueve de cada diez hogares en el país mantienen algún tipo de deuda activa, muchas veces vinculada a la compra de alimentos mediante tarjetas de crédito.

“Esa cifra refleja el impacto de la devaluación de 2023 y la aceleración inflacionaria en el último tramo de ese año y el primer cuatrimestre del siguiente”, explicó Germán Romero, referente del organismo, en declaraciones al medio. El estudio se basó en 4800 encuestas realizadas en distintas provincias.

Un mapa del endeudamiento

Según el informe, el 65% de los hogares sostiene entre dos y tres deudas activas, mientras que el 12% ya acumula más de tres compromisos financieros. Solo el 23% mantiene una deuda única. Más preocupante aún: el 73% de estas deudas fueron contraídas durante el año 2024, en un contexto marcado por la pérdida sostenida del poder adquisitivo.

Las tarjetas de crédito encabezan la lista: el 30,5% de los casos de endeudamiento corresponde a saldos impagos. Lo que antes era una herramienta para financiar electrodomésticos o bienes duraderos, hoy es usada para algo tan elemental como llenar el changuito del súper. “Una herramienta pensada para financiar bienes durables, hoy se usa para necesidades básicas”, señaló Romero.

Le siguen las deudas en servicios privados (10%), las compras fiadas en negocios de barrio (8,8%) y los créditos bancarios tradicionales (7,2%). En muchos barrios del país, el fiado volvió a ser moneda corriente. “Muchos llegan al almacén con el cupo de la tarjeta agotado y terminan pidiendo fiado para comprar comida”, relató el especialista.

La justicia y la exclusión

El estudio también advierte que el 28% de los hogares endeudados ya enfrenta instancias judiciales. Esto implica no solo el pago de intereses y costas legales, sino también la pérdida del acceso al crédito formal.

“El panorama es complejo: después del fiado viene la usura y, si no pueden acceder tampoco a eso, quedan directamente excluidos del sistema”, explicó Romero. A la vez, la quita de subsidios en tarifas y servicios básicos golpea aún más la economía doméstica. “La gente no solo va a tener más dificultades para pagar lo que debe, sino que además pierde una fuente de financiamiento indirecto”, remarcó.

Menos ingreso, menos consumo

La caída del ingreso disponible es otro factor que alimenta el endeudamiento. De acuerdo a datos de la consultora Empiria, durante el primer trimestre de 2025 los ingresos disponibles bajaron un 1,3% respecto al trimestre anterior. En marzo, con una inflación mensual del 3,8%, el ingreso real del AMBA cayó un 2,2%.

“Marzo mostró la menor disponibilidad de ingreso desde agosto de 2024. Se deterioraron todos los tipos de ingresos, en especial los laborales registrados, que cayeron 1,2% en términos reales”, señaló el informe.

Este ajuste impactó de lleno en el consumo y también en la actividad económica: según el Indec, en marzo la economía se retrajo un 1,8% respecto a febrero, marcando el primer retroceso mensual en casi un año.

Un crédito que crece, pero no alcanza

A pesar del contexto, el crédito formal siguió creciendo. Según el Banco Central, el crédito total a los hogares representa hoy el 5% del PBI, el valor más alto desde 2018. De ese total, el 3,8% corresponde a préstamos bancarios y el 1,2% a financiamiento no bancario, como el que ofrecen las billeteras virtuales.

La consultora EcoGo señaló que “el crédito no bancario ya es 18,2% superior al nivel de febrero de 2022 y solo 2,2% menor al pico de marzo de 2018”. Este segmento representa el 23,9% del total de préstamos al consumo, aunque con una morosidad del 10,4%.

Reflexión final: cómo llegamos hasta acá

La radiografía del endeudamiento no es un hecho aislado. Es la consecuencia de una serie de procesos acumulativos que se fueron profundizando en los últimos años:

  • Una inflación que sistemáticamente supera a los aumentos salariales.
  • La pérdida del poder adquisitivo, que obliga a miles de familias a endeudarse solo para cubrir necesidades básicas.
  • La falta de inversión en la industria nacional, que limita la creación de empleo formal y la generación de valor agregado local.
  • La retracción del consumo, como reflejo directo de los ingresos cada vez más bajos.

“Conozco casos donde tienen que vender una puerta del auto para comprar el pan del día”, dijo Romero, sintetizando el drama cotidiano de muchas familias. La deuda ya no es una excepción: se volvió una regla silenciosa del día a día.

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