La Municipalidad de General Madariaga expresó su preocupación por la baja sostenida en los recursos que recibe de la Provincia de Buenos Aires y la Nación, lo que impacta directamente en su capacidad operativa y financiera.
Desde el inicio del año, la comuna registra una merma significativa en las transferencias por coparticipación. Según el comunicado oficial difundido por el área de prensa municipal, “mientras que el año pasado con los recursos de coparticipación se podía cubrir casi la totalidad de los sueldos municipales, este año no se llega a cubrir el 80% de los mismos”.
La caída se da en un contexto en el que los municipios deben sostener servicios esenciales —como salud, recolección de residuos y mantenimiento urbano— con menores ingresos disponibles. A esto se suma una baja importante en la recaudación de tasas municipales, lo cual agrava la situación local.
En la misma línea, el comunicado detalla que “desde el año 2015, el código de reparto que usa la Provincia para mandar los recursos a la Municipalidad bajó en más del 20%, lo que a la fecha representa más de tres meses de sueldos”.
Un fenómeno que afecta a todas las jurisdicciones
Los fondos que reciben las provincias se componen de ingresos propios y de transferencias nacionales, que incluyen impuestos como Ganancias, IVA, internos y otros menores. Sin embargo, según un informe reciente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en mayo de este año se registró una caída real del 23,3% en los fondos girados por la Nación al conjunto de provincias más CABA.
El IARAF explicó que este descenso se debe, principalmente, al “mal desempeño de la recaudación del impuesto a las ganancias y el descenso de recaudación de IVA”, ambos estrechamente ligados al nivel de consumo y actividad económica. En un escenario de desinflación, como el que atraviesa el país, estos tributos tienden a reducirse.
El impacto no distingue signo político: distintos municipios, independientemente del espacio al que pertenezcan sus gobiernos, están enfrentando desafíos similares. La situación vuelve a poner sobre la mesa el debate por la sostenibilidad financiera local y el rol de los gobiernos subnacionales.
Un desafío de gestión para todos los niveles
La coyuntura actual plantea un escenario complejo: por un lado, la ciudadanía exige que se mantengan o mejoren los servicios públicos; por otro, los gobiernos locales ven restringidas sus herramientas presupuestarias.
La dirigencia política y social —municipal, provincial y nacional— deberá desplegar creatividad, diálogo y responsabilidad para encontrar salidas que no profundicen la recesión ni deterioren los tejidos sociales y productivos. En ese marco, será clave que cada actor escuche y entienda la especificidad de las problemáticas de su comunidad, sin imponer recetas generales a realidades diversas.
