• 24 agosto, 2025

Luz y gas | Nuevos aumentos desde julio y cómo afectan a los hogares de la región

El Gobierno nacional autorizó nuevas subas en las tarifas de luz y gas a partir del 1° de julio. Aunque los aumentos son moderados, serán sostenidos durante todo el año. En esta nota explicamos cómo impactan en los hogares y comercios de nuestra región y por qué podrían sentirse más de lo previsto.

Desde el 1° de julio rigen nuevos cuadros tarifarios para el servicio de gas natural y energía eléctrica en todo el país. El ajuste fue autorizado por el Gobierno nacional como parte del proceso de revisión tarifaria iniciado este año, y afecta tanto a usuarios residenciales como a comercios, aunque con variaciones según la categoría y el proveedor. Para el gas, el aumento forma parte de la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), un esquema que prevé ajustes mensuales durante 31 meses, iniciado en abril. En este tramo, los usuarios residenciales de la categoría R1 —hogares tipo— vieron un aumento del 1,5% en el cargo fijo y del 2% en el cargo variable, que corresponde al consumo. En cuanto al servicio de electricidad, el impacto varía según la distribuidora: en Edenor el aumento fue del 0,75% en el cargo fijo y 1,88% en el variable, mientras que en Edesur las subas alcanzaron el 0,68% y 1,6% respectivamente. Aunque estas empresas operan en el AMBA, en el interior bonaerense los ajustes se replican con valores similares a través de cooperativas o concesionarias regionales.

Para los usuarios de nuestra región, el impacto se sentirá en las próximas boletas, aunque el porcentaje parezca moderado. Los aumentos son acumulativos y se dan en un contexto de subas sostenidas desde principios de año, con la eliminación progresiva de subsidios generalizados. El Gobierno sostiene que el objetivo es sincerar los costos del sistema energético y reducir el gasto público, pero esto implica que mes a mes el peso de las tarifas sobre los ingresos familiares será cada vez mayor. Además, los hogares deben prestar atención a su categoría de usuario y al nivel de ingresos declarado en el Registro de Acceso a los Subsidios (RASE), ya que quienes pertenezcan a niveles 2 o 3 podrían mantener algunos beneficios y ver menos impacto en sus facturas. Por último, se recomienda revisar con detalle las próximas boletas: entender cuánto se paga de cargo fijo, cuánto por consumo, y cuánto representan los impuestos. De este modo, cada familia o comercio podrá ajustar su consumo y prever gastos, en un escenario donde cada ajuste —por más “mínimo” que parezca— se suma a una carga creciente.

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