• 28 julio, 2025

Durante el receso invernal, el movimiento turístico en la Costa Atlántica bonaerense muestra un escenario contenido, con ocupación despareja entre alojamientos y niveles de consumo moderado, especialmente en los rubros gastronómico y comercial.

El caso de Mar del Plata, la principal ciudad balnearia de la región, sirve como referencia para interpretar tendencias generales, aunque la realidad de otros municipios puede diferir, mostrando en algunos casos una leve mejora o incluso niveles menores de actividad.

Mar del Plata como termómetro del movimiento turístico

Según datos recogidos por La Capital de Mar del Plata, la ocupación hotelera promedió entre el 55 % y el 60 %, con diferencias marcadas según categoría del alojamiento y ubicación.

El vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Mar del Plata, Hernán Szkrohal, explicó que “hasta el jueves a la tarde hemos medido un promedio del 55 % con mucha inestabilidad de acuerdo a las estrellas y al tipo de hotel y la ubicación por zona”. En algunos casos puntuales, la ocupación alcanzó niveles del 80 o 90 %, mientras que otros establecimientos no registraron reservas.

En el sector extrahotelero, como departamentos en alquiler o cabañas, los niveles de ocupación se ubicaron en torno al 30–40 %, cifras por debajo de los registros de temporadas anteriores.

Un consumo turístico más retraído

Además de la ocupación, otro indicador clave en la actividad turística es el nivel de gasto. Según empresarios del sector gastronómico, si bien hubo presencia de visitantes, el consumo promedio fue menor.

Miguel Martínez Allué, referente de la cadena marplatense La Fonte D’Oro, afirmó que “la mayoría son clientes locales, en especial familias con chicos… pero el consumo es menor”. Esta tendencia, que combina salidas puntuales con un menor ticket promedio, fue observada también en comercios minoristas y propuestas recreativas.

Este comportamiento no es exclusivo de Mar del Plata. Otros destinos turísticos de la Costa bonaerense, como San Bernardo, Santa Teresita, Pinamar o Villa Gesell, podrían haber atravesado una situación similar, aunque con variaciones puntuales por perfil del visitante o promociones locales. Aún no hay datos oficiales consolidados de estos municipios, pero se estima que no difieren sustancialmente del panorama general.

Actividades culturales y flujo moderado

A nivel cultural, las propuestas organizadas por el municipio marplatense registraron buena concurrencia. Más de 17.000 personas participaron de actividades organizadas por el Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc), en espacios como el Museo Castagnino, Villa Victoria, el Teatro Colón y la Feria del Libro Infantil en el Torreón del Monje.

Desde el ente turístico destacaron que el movimiento fue “muy parecido al del año pasado”, aunque sin el impacto económico esperado por parte de prestadores privados.

Perspectiva regional: cautela y ajuste

En este contexto, la temporada invernal de 2025 presenta un comportamiento más conservador, tanto en volumen como en calidad del gasto. Las familias viajan menos, o lo hacen de forma más ajustada, eligiendo destinos cercanos y estadías más breves.

Este fenómeno responde a múltiples factores, entre ellos el contexto macroeconómico, la pérdida del poder adquisitivo y la falta de previsibilidad, que influye en la toma de decisiones a la hora de planificar escapadas fuera de temporada alta.

Si bien aún resta conocer el balance final del receso de invierno en el conjunto de municipios de la Costa Atlántica, los primeros datos muestran un invierno moderado, con ocupación contenida y un consumo turístico más retraído que en años anteriores.

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