La Federación Argentina de Municipios (FAM) reunió a cientos de intendentes de todo el país para analizar el escenario político actual y, entre otras preocupaciones, debatir sobre un proyecto que ingresó en la Legislatura bonaerense que propone poner un tope a los sueldos de intendentes y concejales.
Aunque el proyecto todavía no llegó al recinto, su sola presentación encendió alertas entre los jefes comunales, especialmente en un contexto económico delicado y en medio de una campaña electoral legislativa nacional, donde los gestos simbólicos pesan tanto como las leyes.
¿Qué propone el proyecto?
Impulsado por legisladores de la oposición provincial, el proyecto busca modificar la Ley Orgánica de las Municipalidades para establecer límites salariales que:
- Eviten que un intendente gane más que el gobernador.
- Fijen un techo para concejales, tomando como referencia los sueldos de diputados bonaerenses.
- Ordenen escalas según la cantidad de concejales por municipio.
En palabras llanas, apunta a poner un marco general que limite la autonomía de cada municipio para definir cuánto cobran sus autoridades.
La reacción de los intendentes
Desde la FAM no hubo un documento oficial específico sobre este proyecto en particular, pero el malestar ya circula en voz alta entre varios intendentes que ven en esta iniciativa algo más que una medida administrativa.
Para muchos, el proyecto busca ganar puntos ante la opinión pública, en un clima donde cualquier recorte al “gasto político” es bien recibido, pero sin discutir los temas de fondo, como la coparticipación, los fondos para salud, educación o infraestructura.
Además, la iniciativa es vista como un intento de avanzar sobre la autonomía municipal, una bandera histórica de los gobiernos locales. Como suele pasar, el problema no es solo lo que se propone, sino quién lo propone y para qué.
“Es fácil hablar de sueldos desde una banca. Otra cosa es gestionar un municipio con presupuesto ajustado y demandas sociales crecientes”, deslizó en reserva un jefe comunal del interior bonaerense.
Campaña electoral, gestos simbólicos y otra discusión de fondo
No se puede ignorar que estamos en plena campaña legislativa nacional. Y que iniciativas como esta también funcionan como mensajes políticos, destinados más a los votantes que al sistema institucional.
Plantear el debate sobre los sueldos de los intendentes sirve para alinear el discurso con el clima de época: austeridad, antipolítica y castigo a los privilegios. Pero deja de lado otras discusiones más complejas, como cómo se financia el desarrollo local, o cómo se fortalecen los municipios sin depender siempre del gobierno nacional o provincial.
El riesgo, dicen algunos observadores, es que estas medidas terminen siendo solo maquillaje político, sin impacto real en el presupuesto, pero con fuerte repercusión mediática. Mientras tanto, los intendentes ven cómo sus márgenes de maniobra se achican —pero sus responsabilidades no.
