La explosión de las redes sociales y que la mayoría de la población tenga acceso a una cámara portátil en sus teléfonos móviles inteligentes o tabletas, hace que las imágenes formen parte central en nuestra vida y lo que muestran los medios de comunicación, y actualmente estamos expuestos a una gran cantidad de imágenes y muchas nos conmueven o movilizan, pero cuidado que no todo es lo que parece.

Hace pocos días se realizó la manifestación contra la violencia de género organizada por colectivos de mujeres como respuesta espontanea al ultraje, violación, tortura y asesinato de una joven marplatense de solo 16 años, la fuerza de la redes sociales hizo que la indignación sea masiva y se convocó a una gran marcha en las principales ciudades del país, y la convocatoria llegó a otros países de la región como Chile.

Precisamente en la marcha realizada en Santiago de Chile, una imagen robo la atención de las cámaras, y fue la portada de muchos diarios digitales que aplaudían a un hombre presente en la marcha con el torso desnudo que sostenía un cartel que decía “Estoy semidesnudo, rodeado por el sexo opuesto, y me siento protegido, no intimidado, Quiero lo mismo para ellas”.

La imagen heroica del hombre compresivo, empático y consciente de la vulnerabilidad de las mujeres en un mundo condicionado por los hombres y su violencia machista, fue desvirtuada cuando la ex pareja del hombre de la fotografía señaló en redes sociales que él era un maltratador, no le pagaba la pensión alimentaria a la hija que tenían en común, y que si hubiese seguido con él, tal vez hoy ella sería una menos.

La historia en cuestión nos muestra como las imágenes que se “viralizan” y comparten de manera masiva no siempre son lo que creemos en un principio, y que un mundo hiperconectado se pueden ocultar pocas cosas y se puede pasar de héroe a villano en cuestión de segundos.

O pregúntenle a Felipe Garrido protagonista de la fotografía que en su perfil de facebook, muchas personas escribieron insultos e improperios, y la fama no le funciono, al menos no como esperaba, que según se aprecia en el mismo perfil se preparó con entusiasmo para participar en la marcha, y su imagen se transformó,  y en muy poco tiempo paso de ser un desconocido muralista chileno, a una defensor de la mujeres y terminar como un machista encubierto que quería aprovechar la causa para hacerse famoso y conquistar mujeres.

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