El Gobierno nacional y los gobernadores alcanzaron un acuerdo para la firma de un nuevo Pacto Fiscal, que buscará bajar la presión tributaria sobre la actividad económica en las provincias.

El acuerdo fue rubricado por todas las provincias excepto San Luis, dado que la administración de Alberto Rodríguez Saá no aceptó las condiciones planteadas por la gestión de Mauricio Macri. Otra provincia que estuvo en duda hasta el final fue Santa Fe, pero el gobernador Miguel Lifschitz confirmó que finalmente se sumará al entendimiento general.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó en Casa de Gobierno que «todas las provincias, a excepción de San Luis, que puede sumarse a los firmantes«, acordaron «desistir de causas de coparticipación» contra la Nación, en el marco del acuerdo alcanzado en el encuentro de los gobernadores con el presidente Mauricio Macri.

En compensación, el Gobierno dará a las provincias bonos por 80.000 millones de pesos a una tasa del 6% anual a cambio de que desistan de reclamar en la Justicia las deudas pendientes.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, destacó que «la provincia de Buenos Aires se compromete a dar de baja el reclamo del Fondo del Conurbano Bonaerense y, como contraprestación, alcanzar un camino gradual hasta llegar a lo que dice la ley, que la provincia reciba el 10 por ciento del impuesto a las ganancias».

La gobernadora María Eugenia Vidal, que no participó de la reunión, consideró «histórico» el acuerdo. Fuentes de la gestión bonaerense destacaron a ámbito.com que la Provincia recibirá $ 40.000 millones en 2018 y $ 65.000 en 2019. 

El pacto fiscal entre la Nación y las provincias irá ahora al Congreso y luego deberá ser ratificado por las legislaturas de cada jurisdicción.

Fuente: Ámbito Financiero

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