El impacto positivo de la Asignación Universal por Hijo (AUH) creada en 2009 está largamente probada. Además de ser una política de reparación para los millones de trabajadores que se desempeñan en la economía informal y no se benefician de las Asignaciones Familiares, permitió mejorar las tasas de escolarización.
Por ejemplo, según indica el último informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) que analiza el impacto de la ampliación de la AUH, desde el inicio del programa la tasa de escolarización de los chicos de entre 3 y 5 años aumentó 2 puntos porcentuales mientras que la de quienes tienen entre 6 y 12 subió 1 punto porcentual. Para el caso de los chicos de 13 a 17 años, la mejora de la tasa de escolarización fue de 1,2 puntos porcentuales.
Sin embargo durante el gobierno de Mauricio Macri el peso de la AUH en la economía familiar cayó merced del retraso que sufrió con respecto a la inflación.
Esa tendencia comenzó a revertirse este año a medida que el gobierno de Alberto Fernández dispuso aumentos para las jubilaciones y asignaciones por encima del nivel de inflación general. Así lo indica el informe del la Undav que advierte que entre diciembre 2015 y diciembre 2019, el monto de la AUH perdió un 18% de su poder adquisitivo, al igual que los haberes de los jubilados.