El secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, expuso el proyecto oficial mientras que el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, explicó por qué traspasarán las escuchas a la Procuración y no a la Corte. Los bloques no kirchneristas no participarán de la discusión.
Las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales del Senado comenzaron hoy, en una reunión plenaria, a discutir el proyecto que disuelve la actual Secretaría de Inteligencia (SI) para crear una Agencia Federal de Inteligencia en un encuentro presidido por Marcelo Fuentes, titular de Asuntos Constitucionales, en el que expusieron el actual director de la SI, Oscar Parrilli, su segundo, Juan Martín Mena, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.
Los referentes de bloques opositores, sin embargo, resolvieron no participar en el plenario de comisiones y brindar, a cambio, una conferencia de prensa para dar a conocer una agenda propia de actividades vinculadas al caso Nisman. Allí adelantaron que no participarán ni de los debates en comisión ni de la sesión en la que el oficialismo busque dar media sanción a la reforma.
Mientras que Parrilli dedicó su intervención a hacer un relevamiento de las modificaciones propuestas a la Ley de Inteligencia, Zannini fue el encargado de defender la oportunidad de la modificación, comparándola con el momento en que se aprobó la ley original, en noviembre de 2001, bajo la presidencia de Fernando de la Rúa.
En aquel entonces, «el debate comenzó el 7 de noviembre de 2001 y terminó el 27 de noviembre con la aprobación en la Cámara de Diputados», dijo Zanini, al tiempo que agregó que el Gobierno no pretende «derogar ni criticar» la ley vigente, sino «tratar de mejorarla» incorporando «la experiencia de los 31 años de democracia argentina». «En la práctica, de sus 53 artículos de la ley original -que dicho sea de paso, el peronismo ayudó en la práctica convertirla en ley- estamos modificando 11, incorporando 10 nuevos. Sin cambio quedan 34 artículos», explicó.
Respecto del traspaso de las observaciones judiciales al ámbito de la Procuración General de la Nación, Zannini sostuvo que el pedido de que quede en manos de la Corte es «un reconocimiento al mérito de nuestro gobierno» que encaró la renovación del máximo tribunal. Sin embargo, tal modificación «pondría en cabeza de la Corte la producción de prueba y no quedaría clara la imparcialidad en las causas en las que la Corte debería intervenir».
Zannini lamentó la ausencia opositora en el recinto pero sostuvo que la Constitución y los reglamentos legitiman la pretención del Gobierno por lo que no se trabará el trabajo legislativo. «Dios salve a una patria que tenga paralizado a un Congreso», ironizó, y calificó como «un gesto de valentía» de la presidente el proyecto pues de acuerdo con su relato «nos han construido una leyenda de carpetas y carpetazos» por lo que pocos políticos se animan a enfrentarse a los servicios de inteligencia.
Fuente: Infobae
