Una serie de allanamientos realizados el viernes 25 de julio en Mar de Ajó dejó al descubierto el rol de la localidad costera dentro de una red de tráfico internacional de cálculos biliares de vaca, un insólito mercado millonario con destino a Asia.
Los operativos fueron encabezados por el Departamento Antisecuestros Sur de la Policía Federal Argentina, en colaboración con la División de Investigaciones Federales (DFI), bajo las órdenes del juez federal Lino Mirabelli y el fiscal Federico Iuspa. La intervención surgió como derivación de un secuestro extorsivo ocurrido en noviembre de 2024 en Munro, que dejó al descubierto una estructura criminal dedicada a comercializar estas piezas orgánicas, codiciadas por la medicina tradicional china.
Durante los procedimientos en Mar de Ajó se secuestraron 4 millones de pesos en efectivo, armas de fuego, teléfonos celulares, autos de alta gama y una camioneta Chevrolet Duster con pedido de secuestro, robada previamente en Haedo. Se detuvo a seis personas, entre ellas cinco integrantes de la comunidad gitana, que ahora enfrentan cargos por asociación ilícita y encubrimiento agravado.
El origen del caso
Todo comenzó con el secuestro de un comerciante de Olivos, quien reveló ante la Justicia que se dedicaba a la compra-venta de cálculos biliares extraídos de bovinos. Según su declaración, fue citado mediante redes sociales a una falsa reunión de negocios. Al llegar, lo golpearon, lo subieron a un vehículo y exigieron un rescate de 25 mil dólares. Aunque fue liberado esa misma noche, su testimonio permitió avanzar hacia una causa mayor: una organización con conexiones en varias provincias, incluida la costa atlántica.
Los cálculos biliares se pagan hasta 200 dólares por gramo en países como China y Hong Kong. De hecho, según un informe publicado por la BBC, Hong Kong importó en 2023 más de 218 millones de dólares en este tipo de productos, lo que representa un aumento del 66 % con respecto a 2019.
El rol de la Costa Atlántica
Los investigadores no descartan que la banda utilizara zonas rurales del Partido de La Costa para acopiar los órganos antes de su exportación. Además, llama la atención el perfil de algunos detenidos, residentes estables en barrios periféricos de Mar de Ajó. “Se trata de una red con un nivel de organización alto, que opera desde hace tiempo”, afirmaron fuentes policiales.
Por el momento, los detenidos quedaron a disposición de la Justicia federal, mientras continúan los allanamientos y nuevas indagatorias que podrían ampliar la lista de implicados.