DiarioNoticiasWeb salió a recorrer las playas del Partido de La Costa para saber si teléfonos, tablets y netbooks lograron extinguir a los viejos y queridos juegos en la arena…

La tecnología podrá haber facilitado muchos procesos y provocado cambios de hábitos en gran parte de la sociedad pero, por fortuna, no tiene el poder suficiente como para hacer desaparecer tradiciones. Al menos, en áreas costeras.

Por estos días, muchas familias pasan sus vacaciones en el Partido de La Costa y, durante los días de playa, aprovechan para divertirse y pasarla bien al aire libre con actividades que no suelen desarrollar durante el año.

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Si bien es cierto que al observar carpas, sombrillas y lonas se advierte un uso masivo de teléfonos celulares y se descubre que más de uno lleva a la arena algún dispositivo tecnológico para jugar, informarse o actualizar de manera constante sus perfiles en alguna red social, los baldes, las palas y los moldes para hacer figuras en la arena aún se mantienen vigentes.

Nada, por ahora, reemplaza la experiencia de armar castillos ni de cargar agua en los coloridos baldes infantiles para llevar al pozo hecho en la arena con la colaboración de tíos, padres o hermanos. No hay máquina capaz de igualar lo que pasa en nuestro organismo al usar los sentidos, la imaginación y estar en contacto con la naturaleza: por algo, por ejemplo, “hacerse milanesa” al revolcarse por la arena es un placer que no pasa de moda.

Hoy en día, los hábitos que se transmiten de generación en generación desde hace varias décadas no ganan por nocaut en la playa pero sí le dan una fuerte batalla a la tecnología: ojalá que nunca perdamos, como seres humanos, el interés por las actividades más rústicas y simples que formaron parte de la infancia de nosotros y de nuestros antepasados. ¡No permitamos que los niños del futuro sean robots incapaces de disfrutar un día de playa en contacto con el sol, la arena y el mar!

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