Mientras que la localidad uruguaya vive su mejor inicio de verano desde 1997, la ocupación hotelera en la ciudad bonaerense, que cada año atrae al mismo perfil de turistas, se ubica sólo en torno al 50%.
El balneario charrúa que desde hace décadas es la meca del turismo de los argentinos más ricos, estima que este año pasarán por sus playas un 30% más de argentinos que en 2016. Sumados a los brasileños y paraguayos, serán en total unos 365.000 visitantes, 55.000 más que en 1997, un récord hasta ahora no superado.
Según expresó el secretario de la Asociación Empresaria, Hotelera y Gastronómica de Pinamar (AEHG), Alberto Salvemini, en declaraciones citadas por el diario El País, en la localidad de la costa atlántica norte bonaerense hay “una ocupación del 50% entre semana y del 60% los fines de semana”.
“Cómo competimos con el exterior no aumentamos los precios y los hoteles tienen la misma tarifa que en 2016. Un hotel 4 estrellas para dos personas cuesta unos 100 dólares diarios. No es caro, pero así y todo estamos complicados”, reconoció el directivo.
Los alquileres de departamentos o viviendas en Pinamar, en tanto, aumentaron un 25% con respecto a enero pasado, muy por debajo de la inflación. Sin embargo, por ahora, eso no parece haber alcanzado.
En el distrito bonaerense esperan que la temporada mejore con el correr del mes de enero, pero lamentan que los argentinos de “turismo premium” hayan decidido irse a otros sitios. “El problema es que cuando un argentino ve que una zapatilla le sale más barata en Chile que acá a la vuelta, prefiere irse a Chile”, dice Salvemini, “sin tomar en cuenta el costo extra del viaje”.