Esta semana, el departamento de Comercio de Estados Unidos decidió aplicar fuertes aranceles al biodiesel argentino, una medida que paralizará los embarques hacia ese destino.

El biodiésel argentino paga un arancel del 4,5% en Estados Unidos. La National Board
Biodiesel (NBB) presentó una denuncia contra Argentina el pasado marzo y solicitó que se
elevase el arancel al 23,3%. El aumento impuesto por la administración Trump es más del
doble del que pedían las empresas estadounidenses.

Son un castigo que va del 50,29% al 64,17%, que hacen impracticables las exportaciones a ese destino, Argentina les envía biodiesel por el equivalente a US$ 1.100 millones, y es la principal exportación hacia ese destino.

El biodiésel argentino no tiene retenciones a la exportación, mientras que el aceite de soja
está sujeto a un impuesto del 27%. Ese diferencial hace conveniente la transformación del
aceite de soja en biocarburante. Estados Unidos considera este sistema de retenciones un
subsidio encubierto.

«Argentina buscará revertir esta decisión preliminar defendiendo el interés de nuestro país, evaluará todas las opciones disponibles y se reserva el derecho de llevar adelante las acciones legales pertinentes», disparó el gobierno nacional a través de un comunicado oficial de la Cancillería que encabeza Jorge Faurie. 

Este es el texto completo del comunicado emitido por Cancillería:

«Como había anticipado el Departamento de Comercio de los Estados Unidos a la Argentina meses atrás, el 22 de Agosto pasado dicho departamento impuso derechos compensatorios preliminares a las importaciones de biodiesel provenientes de Argentina.

Estos derechos preliminares son consecuencia de la investigación promovida por productores privados de biodiesel de los EEUU.

El Gobierno argentino que, junto con el sector privado nacional involucrado, coopera plenamente con la investigación que continúa llevándose a cabo, desea expresar su preocupación y recuerda una vez más que a nivel comercial multilateral se ha establecido que la Argentina no otorga subsidios a la producción de biodiesel.

Asimismo manifiesta su rechazo a la magnitud de los derechos preliminares impuestos, superiores al 50%, que en las presentes circunstancias no se corresponden con ningún tipo de investigación objetiva ni metodología aceptable desde el punto de vista de las normas de la OMC.

Las exportaciones argentinas de biodiesel, una exportación con valor agregado y promovida por los estándares medioambientales vigentes en los países más desarrollados, derivan su éxito de la reconocida competitividad de la cadena de la soja en nuestro país.

Argentina buscará revertir esta decisión preliminar defendiendo el interés de nuestro país, evaluará todas las opciones disponibles y se reserva el derecho de llevar adelante las acciones legales pertinentes».

 

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