Según las estadísticas de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), durante los primeros tres meses de este año el promedio móvil alcanzó los 49,6 kilos por habitante por año.

Este valor está incluso muy por debajo de los 58 kilos que se llegaron a consumir en 2002, producto de la crisis económica desatada post devaluación de la moneda. Un año antes los argentinos comían entre 64 y 62 kilos de carne vacuna al año.

Las estadísticas oficiales que se remontan a 1990 detallan que en ese año el consumo alcanzaba el récord de 78,23 kilos, así es que en los últimos 29 años los argentinos perdieron en el camino algo así como un kilo de carne vacuna al año o 29 kilos en total.

Las últimas estadísticas del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) dan cuenta de que en marzo pasado el precio de la carne vacuna aumentó en promedio el 6,4% respecto de febrero, pero en el comparativo interanual (marzo de 2018) la suba llega hasta 71,2%.

Por supuesto que la carne vacuna no es la única que tuvo una suba exponencial, la de pollo a marzo de este año mostró un crecimiento anual del 89,4% y la de cerdo del 46,3%.

Actualmente el consumo de carne de pollo también se encuentra en sus niveles más altos en la historia, ubicándose entre los 45 y 50 kilos por habitante por año y a la par el cerdo sigue ganando terreno con alrededor de 16 kilos.

Fuente: Ámbito Financiero

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