Inflación, cambio climático y una posible ola de canibalismo son algunas de las calamidades que el adivino Nostradamus dejó escritas para el 2022 en su tomo de 1555 «Las profecías», o al menos así podrían interpretarse sus 942 cuartetos dado lo vago de sus palabras.
Por ejemplo, Nostradamus escribió que «tan alto será el precio del trigo que el hombre se verá movido a comerse a su prójimo en su despesperación», lo que puede ser interpretado como un año de inflación alta que podría devenir en canibalismo, como señaló el New York Post, o en una mentalidad de «sálvese quien pueda».
Inflación
Nostradamus escribía desde la Francia sumida en la desesperación de la Plaga, o peste bubónica, que llegó a diezmar a la población de Europa en sus sucesivas oleadas como eco horripilante de una pandemia sin vacunas ni hospitales.
Hoy en día, en cambio, países como Estados Unidos, Reino Unido o Argentina están sumidos en problemas inflacionarios, algunos por temas más conyunturales que otros (por caso la pandemia o Brexit).
Volviendo a las predicciones publicadas por The History Channel en su sitio: «Ni abades, ni monjes ni novicios para aprender; la miel costará mucho más que la cera para velas; (tanto) que un hombre se verá movido; a comerse a su prójimo en su desesperación». Calma.
Cambio climático
«Como el sol la cabeza abrasará el mar brillante; los peces del Mar Negro hervirán; Cuando Rodas y Génova; estarán a medio morir de hambre; los locales los cortarán con esfuerzo», son algunos de los versos que escribió el sabio médico de la plaga, y con la evidencia científica reciente sobre el incremento en las temperaturas mínimas de todo el planeta la interpretación está a la orden del día.
Sequía extrema, inundaciones
«Por 40 años no se verá el arcoiris; por 40 años será visto todos los días; la tierra seca se volverá más árida; y habrá grandes inundaciones donde se vean», se lee en uno de los versor reproducidos por el New York Post.
Mientras tanto, en Yearly Horoscope se da cuenta de otro cuarteto que tiene que ver con localidades de Francia: «Las ciudades de Tours, Orleans, Blois, Angers, Reims y Nantes; se ven convulsionadas por cambio repentino; tiendas será levantadas por gente con otras lenguas; ríos, dardos a Reims, sismos terrestres y en el mar».
Si no se tiene en cuenta la crisis habitacional de larga data que existe en los campamentos de refugiados en Francia y otros países de Europa, este podría ser un indicio de que en 2022 sucederá un terremoto.
Inteligencia artificial, ¿bélica?
«La luna en medio de la noche sobre la montaña alta; el nuevo sabio con una mente solitaria la ve; invitado por sus discípulos a ser inmortal; ojos al sur, manos en pecho, cuerpos en el fuego», se lee entre los versos de Nostradamus, que estaba listo para ser letrista de una banda de metal.
Con ese augurio y otros como que «aquellos del lago Ginebra (Lemán) o Mâcon; formados contra los de Aquitania; muchos alemanes, aún más suizos; serán conducidos juntos con los de la Humanidad» podría significar que se viene la Tercera Guerra Mundial, ésta vez contra androides.
Es eso, o un ritual satánico.
Guerra en el este del Mediterráneo
La explosión puede ser por un volcán o por el cambio climático, sí, o por una bomba nuclear si se tiene en cuenta el cuarteto que presenta Yearly Horoscope: «el cielo arderá a 45 grados; el fuego se acercará a la ciudad nueva; las llamas extendidas explotarán; cuando los ‘normandos’ sean puestos a prueba».
¿Llegó el tiempo de las criptomonedas?
El concepto de criptomonedas jamás podría haber cruzado la mente de un médico y astrólogo medieval, pero Nostradamus sí llegó a decir en su horóscopo que «las copias de oro y plata infladas; que después del robo fueron echadas al lago; cuando se descubra que todo está acabado y derrochado por la deuda; todas las notas y los bonos serán eliminados».
Con semejante visión sobre la economía post pandemia, el ahorro en criptomonedas parece menos descabellado aún teniendo en cuenta las burbujas que se forman en ese mercado cada tanto. Las bolsas tradicionales podrían ser cada vez menos atractivas para una inversión a largo plazo, y ni hablar de usar billetes de papel.
Lluvia de las Gemínidas, ¿y caída de un asteroide?
La Humanidad podría estar ante un momento digno del cretácico, con todo un asteroide que se estrelle contra el planeta y provoque años de oscuridad, cambio climático y la extinción de miles de especies.
Otra opción es que en diciembre de 2022 se produzca una noche de 72 horas con amenaza de tsunamis o sismos cortesía de una lluvia de cometas de las Gemínidas, o como lo dice Nostradamus: «Muy cerca de Auch, Lectoure y Mirande; un gran fuego caerá del cielo durante tres noches. La causa será tanto pasmosa como maravillosal poco después sucederá un terremoto».
El mundo todavía está complicado por la pandemia de coronavirus, cuya variante Ómicron volvió a poner en jaque los sistemas de salud, aunque menos que en 2020. Por eso, los gobiernos podrían tener problemas para reactivar las economías, y los pueblos podrían tardar varios años en recuperarse del golpe devastador de perder a sus seres queridos.
Evidentemente Nostradamus no será la voz de la esperanza en 2022, pero sus predicciones deben leerse a la luz del contexto actual, y con una pizca de sal.