El Banco Central de la República Argentina (BCRA) estableció este jueves un aumento de 2 puntos porcentuales de la tasa de interés de la Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días de plazo, que pasó así de 38% a 40% anual. También se decidió expandir el límite máximo de tenencia de Leliq a 28 días de plazo por hasta un monto proporcional al stock de depósitos a plazo del sector privado de cada entidad financiera.
Al mismo tiempo, la autoridad monetaria avanzó en la creación de una nueva Leliq a 180 días de plazo, cuya tasa se fijó en 44% anual. Las subastas se efectuarán dos veces a la semana en el caso de la Leliq a 28 días, y una vez al semana para las de 180 días de plazo.
Estas modificaciones contribuirán a iniciar un proceso de migración de la esterilización hacia mayores plazos de madurez, así como también extender la curva de tasas de referencia del BCRA.
En cuanto a los instrumentos de menor plazo, se eliminan progresivamente los pases pasivos a 7 días continuando en vigencia los concertados a 1 día.
La tasa de la Leliq a 28 días continuará siendo el indicador de referencia respecto a la orientación de la política monetaria, lo que será complementado con la participación del BCRA en el mercado secundario de títulos públicos a efectos de alinear la estructura temporal de tasas y garantizar la liquidez de estos instrumentos.
En línea con la suba de la tasa de interés de política monetaria, a los efectos de propiciar su transmisión plena al retorno de las colocaciones a plazo en pesos, el Directorio del BCRA elevó también los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos.
Para personas humanas, el nuevo piso se fija en 39% anual para las imposiciones a 30 días, mientras que para el resto de los depositantes del sistema financiero la tasa mínima garantizada se establece en 37% anual.
El nuevo nivel de la tasa de interés de política monetaria se adecua con los Objetivos y Planes del BCRA para el año 2022, en los que las autoridades establecieron como meta fijar el sendero de la tasa de interés de política de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria.
A lo largo del 2022, se espera que cedan los factores que presionaron sobre el nivel general de precios. La política cambiaria y de tasas de interés, junto con una administración prudente de la liquidez, contribuirán a mejorar las expectativas cambiarias.