El secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación, José Ignacio de Mendiguren, encabezó la firma del contrato entre la empresa IMPSA y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para la fabricación de componentes auxiliares del reactor nuclear de potencia CAREM, el primero diseñado y construido íntegramente en la Argentina. Esta tecnología perfila a nuestro país como uno de los líderes mundiales en el segmento de reactores modulares de baja y media potencia y proyecta un gran potencial exportador.

“IMPSA demuestra una vez más su rol estratégico para el cambio estructural de Argentina. Con capacidad técnica e innovación está desarrollando junto con la Comisión Nacional de Energía Atómica el primer reactor nuclear de potencia en nuestro país y uno de los primeros en el mundo”, aseguró Mendiguren y destacó la importancia de toda la cadena de valor: “La articulación con PyMEs proveedoras de la industria nuclear es fundamental para impulsar el crecimiento y la competitividad de todo el sector”.

En la misma línea, el secretario agregó que “la decisión política es seguir avanzando hacia la frontera del conocimiento para promover el desarrollo tecnológico y que la industria argentina compita en el mercado global”.

De la firma participaron el presidente de IMPSA, Gabriel Vienni, y su CEO, Gonzalo Guilardes; la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis; y el gerente de Ingeniería de CAREM, Ignacio de Arenaza.

“Para la Comisión Nacional de la Energía Atómica es realmente una gran alegría poder seguir este rumbo y firmar otro contrato con IMPSA para continuar con este gran proyecto. El desarrollo de ingeniería que ha hecho la empresa en estos últimos años la posicionan como una de las pocas en la región capaces de trabajar con componentes calificados a nivel nuclear”, sostuvo Serquis.

“Este proyecto contribuye a que el país promueva pequeñas y grandes empresas del sector nuclear con personal calificado”, aseguró la presidenta de CNEA e indicó que “el desarrollo tecnológico argentino es importante para generar una matriz de producción de mayor componente tecnológico con manufacturas de mayor valor agregado”.

Por su parte, Vienni resaltó que “este acuerdo incluye la voluntad de ambas partes en llevar el proyecto CAREM hacia un pronto éxito, de suma importancia estratégica tecnológica para el país y el mundo porque nos pondría a la cabeza en el desarrollo de este tipo de centrales”. A su vez, adelantó que “en el corto plazo vendrán nuevos convenios con el objetivo de completar el paquete de equipos calificados para este proyecto”.

IMPSA lleva adelante distintos proyectos que subrayan su papel estratégico en el desarrollo tecnológico e industrial de Argentina. Uno de ellos es la fabricación de distintos componentes para la construcción y puesta en marcha del CAREM, el primer reactor nuclear de potencia, íntegramente diseñado y construido en el país, y que se destaca por un riguroso estándar de seguridad aplicado desde el diseño, obtenido mediante soluciones de alta ingeniería que simplifican su construcción, operación y mantenimiento.

El CAREM, cuya primera versión será capaz de generar 32 megavatios eléctricos, pertenece al segmento de reactores modulares de baja potencia (SMR, por sus siglas en inglés), los cuales jugarán un rol fundamental como energía de base en el proceso de transición energética hacia tecnologías de generación libres de dióxido de carbono (CO2). En ese contexto, la Argentina cuenta con uno de los pocos SMR del mundo en estar efectivamente en construcción (y con un importante grado de avance físico, superior al 62%), lo cual posiciona al país como un indudable referente mundial de este tipo reactores, potenciando a su vez el desarrollo de una cadena de valor local que fortalecerá futuras exportaciones de esta clase de tecnología.

La CNEA e IMPSA trabajan articuladamente para fortalecer el desarrollo de tecnología e industria nuclear argentina. Los recipientes que componen la serie 0900 forman una parte del total de equipos calificados del proyecto CAREM, es decir, aquellos que deben fabricarse bajo estándares de calidad de la industria nuclear. Estos se deberán construir con materiales e insumos provenientes de proveedores de nivel mundial y altamente calificados para luego ser procesados en la planta de IMPSA, la cual cuenta con las certificaciones y experiencia necesaria para llevar adelante este nuevo desafío.

En este sentido, esta serie constituye el primer paquete de equipos calificados que contratará CNEA a IMPSA para dar continuidad al proyecto CAREM, en el marco del acuerdo de cooperación firmado en diciembre de 2021.

En el proyecto CAREM, IMPSA logró dar un salto tecnológico significativo al aplicar su capacidad de diseño a todo lo relacionado con el cálculo estructural del reactor. También conformó un equipo interdisciplinario de doctores e ingenieros, quienes realizaron importantes desarrollos tecnológicos internos, algunos incluso basados en Inteligencia Artificial. El diseño estructural del CAREM es un hito para la industria nuclear en Sudamérica y uno de los más avanzados a nivel internacional.

Con más de 40 años de experiencia en energía nuclear, IMPSA es una de las tres empresas en Latinoamérica que cuentan con la certificación nuclear ASME N, pero es la única que certificó con diseño propio, no de terceros.

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