La Legislatura bonaerense avanza con un proyecto que acorta los tiempos electorales y complica el armado político en los distritos. El desdoblamiento municipal vuelve a aparecer como una opción sobre la mesa.

La Legislatura de la provincia de Buenos Aires se encamina a aprobar en los próximos días una modificación clave en el calendario electoral. A instancias de un pedido de la Junta Electoral bonaerense, se busca acortar los plazos entre la presentación de listas, boletas y la fecha de votación. La intención es mejorar la organización y fiscalización del proceso, pero el cambio introduce nuevas tensiones en el ajedrez político local.

Menos tiempo, más presión

El nuevo esquema, que será tratado en sesión especial este lunes 12 de mayo, propone reformar el artículo 61 de la Ley 5.109 para establecer:

  • 50 días entre la presentación de listas y la fecha de la elección.
  • 30 días entre la presentación de boletas y el día del comicio.

En términos prácticos, si se confirma que las elecciones serán el 7 de septiembre, los partidos deberán presentar sus listas el 19 de julio y sus boletas el 8 de agosto. Con este cronograma más ajustado, se reduce el margen para cerrar alianzas territoriales, ordenar internas o negociar entre sectores.

¿Favorece esto a los intendentes?

El nuevo calendario, que prioriza certezas procesales, también podría jugar a favor de los intendentes en funciones. Con menos tiempo para que emergan candidatos opositores con visibilidad, y mayor control del territorio, los jefes comunales parten con ventaja en un escenario de armado exprés.

Además, el fantasma del desdoblamiento de elecciones municipales vuelve a rondar. Algunos intendentes consideran que separar la elección local de la provincial o nacional permitiría despegarse del humor político general y enfocarse en la gestión. En distritos donde el oficialismo local no coincide con el color político del gobierno provincial o nacional, el desdoblamiento aparece como una jugada estratégica.

Riesgo para los frentes amplios

El apuro por cerrar listas puede dejar fuera del juego a sectores que aún no definen su posicionamiento. En muchos distritos, especialmente del interior, las alianzas amplias entre radicales, vecinalistas, peronistas disidentes y sectores libertarios eran clave para enfrentar al oficialismo local. Con menos tiempo para negociar, esas construcciones podrían truncarse o volverse frágiles.

Mientras tanto, desde distintos partidos comienzan a rediseñar sus cronogramas internos para adaptarse al nuevo escenario. La decisión final se tomará en cuestión de días, pero ya condiciona el armado político en toda la provincia.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *