El Parlament de Cataluña aprobó, por 70 votos contra 10 y dos abstenciones, el nacimiento de «una república catalana como Estado independiente, soberano, democrático y social».
El mecanismo de defensa de Madrid será, en lo inmediato, la aprobación en el Senado de la intervención de la autonomía catalana, lo que supondrá la remoción del Govern rebelde, la limitación de las atribuciones del Parlament, la toma de control de la administración pública regional (y de los medios de comunicación) y la convocatoria a elecciones anticipadas en menos de seis meses.
La propuesta de Junts pel Sí y la CUP propone la apertura de un proceso constituyente que «acabe con la redacción y aprobación de la constitución de la república» e insta al Govern a desplegar la ley de transitoriedad.
El texto fija un plazo de 15 días para la constitución de un «consejo asesor del proceso constituyente» y convocar elecciones constituyentes una vez culminadas todas las fases del proceso.
Según han indicado fuentes de Junts pel Sí antes de que se iniciara el pleno, el texto no dispone la declaración y votación de la independencia, aunque en la exposición de motivos señala: «Constituimos la república catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social», al citar la declaración que firmaron los diputados separatistas tras el pleno del día 10 de octubre.
El último punto del texto anima a los Ayuntamientos «a impulsar los debates constituyentes desde el ámbito local promoviendo la participación de la sociedad civil, facilitando los recursos y espacios propios necesarios para el desarrollo correcto del debate ciudadano».
Fuentes de Junts pel Sí aseguran que no es necesario votar explícitamente la independencia de Cataluña porque, según ellos, esto ya lo votaron los ciudadanos en el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. Estas fuentes insisten en que lo que debe votarse hoy son las «consecuencias» de la aplicación de los resultados del referéndum.
Fuente: El País