A raíz de un nuevo escándalo que tiene en la mira a la gestión del intendente de Pinamar, Martín Yeza, renunció un funcionario de su gabinete.

El subsecretario de Inspecciones Generales de Pinamar, Sebastián Manrique, dimitió a su cargo se encontraba bajo la lupa junto al director de Fiscalización, Pablo Bertozzi, ante una denuncia penal por presunto “incumplimiento de deberes de funcionario público”a partir de que se detectaran irregularidades.

Es que la oposición había denunciado que dos hombres del jefe comunal perseguían a vendedores ambulante y “hacían la vista gorda” a la hora de clausurar bares clandestinos que funcionaron en Cariló durante enero de este año.

La denuncia, realizada por PROPIN, surgió a partir de un reclamo de los vendedores ambulantes de playa, que hablaron de “persecución, desorden y arbitrariedades” por parte de los funcionarios encargados de controlar las actividades comerciales.

Asimismo, se sumó a la situación en que los inspectores habrían hecho “la vista gorda” ante “dos bares de playa clandestinos de 12 metros cuadrados”, según indicaron desde la oposición.

Esos emprendimientos, aseguran, estarían vinculados a familiares y amigos de los inspectores, y funcionaron durante todo enero sin que se les labrara acta ni se procediera a la clausura.

Fuente: Infocielo

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