El acceso a una vivienda digna no es un privilegio, es un derecho. Y en la Provincia de Buenos Aires, el sueño de la casa propia se convierte en una realidad con políticas públicas que priorizan las necesidades de las familias bonaerenses. A su vez, el compromiso y la responsabilidad de cada beneficiario con el pago de las cuotas permite planificar, sostener y ampliar el desarrollo urbanístico en todo el territorio.

El Gobierno provincial sigue construyendo hogares con fondos propios, sorteos transparentes y una gestión cercana y eficiente. Para participar, hay que inscribirse en el Registro Único Permanente de Demanda Habitacional (RUPDH). ¿Dónde se hace? En tu municipio. La inscripción es personal y gratuita. Sin gestores ni intermediarios.

“El Estado es la herramienta transformadora de la vida de la gente, hay que planificar, generar los instrumentos necesarios para concretar proyectos habitacionales que mejoren la vida de los bonaerenses. Por eso trabajamos junto con los municipios“, destacó la ministra de Hábitat, Silvina Batakis.

Los requisitos son simples: tener DNI argentino, ser mayor de 18 años, conformar un grupo familiar, no tener bienes que superen el valor de una vivienda, no haber recibido una casa o terreno del Estado (ninguno de sus integrantes), y contar con ingresos que permitan afrontar el pago de las cuotas.

Acceder a una vivienda es mucho más que recibir una llave: es asumir el compromiso de habitar, cuidar y cumplir con el pago de las cuotas. Ese aporte vuelve al sistema, permite financiar nuevos proyectos y multiplicar oportunidades.

Las viviendas se adjudican por sorteo, con escribanas y escribanos públicos que garantizan la transparencia del proceso. Por cada casa, se sortea una familia titular y un listado de suplentes. Así se garantizan todas las entregas.

Cabe destacar que el área social realiza un estudio tanto antes como después de la adjudicación. Como las viviendas se asignan cuando superan el 80 % de avance, este seguimiento permite confirmar que las familias beneficiarias continúan cumpliendo con los requisitos establecidos. Además, los municipios pueden abrir un registro de oposiciones, garantizando el control local y la transparencia en todo el proceso.

En sus diferentes prototipos, las casas superan los 58m², tienen dos dormitorios, cocina-comedor, baño y todos los servicios esenciales. Están hechas con materiales de calidad, y con su puesta en marcha se activan la economía local generando trabajo en cada rincón de la provincia. Todo esto, aún en un contexto de recorte nacional.

Hoy hay más de 8.000 viviendas en obra con inversión provincial, frente a las 16.000 viviendas que fueron paralizadas por el gobierno nacional.

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