Por 130 votos a favor, 99 en contra y dos abstenciones, la Cámara de Diputados convirtió en ley, este miércoles, el nuevo Código Procesal Penal enviado por la Casa Rosada, que contaba ya con la aprobación del Senado por 39 votos a favor contra 24 en contra. Mientras la mayoría de la oposición votó en contra, las abstenciones estuvieron en cabeza de los diputados Martín Lousteau y Carla Carrizo, ambos del bloque Suma+Unen.

La reunión se inició a las 12:20 con 129 legisladores en el recinto, el quórum mínimo exigido por el reglamento, que logró conformar el Frente para la Victoria con un puñado de aliados.

Entre las ausencias notorias del partido de Gobierno se contaron las de Martín Insaurralde y Dulce Granados, esposa del ministro de Seguridad bonaerense. Tampoco Sandra Mendoza estuvo presente al inicio de la sesión.

Graciela Giannettasio (FpV), como presidenta de la comisión de Justicia, fue la miembro informante del oficialismo y destacó que «este Código le da protagonismo a la víctima» y, entre otras cosas, «utiliza de manera rigurosa el esquema de garantías y la oralidad».

Sin embargo, a poco de iniciada la discusión, desde el radicalismo se insistió con que el nuevo Código Procesal Penal permitirá nombrar casi 1.700 cargos en el Ministerio Público afines al Gobierno.

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