El informe del Barómetro de Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina arrojó números alarmantes. A cuatro años de que Mauricio Macri prometa «pobreza cero», el 51,7% de los chicos y adolescentes se encuentran en situación de pobreza y el 10,2% son indigentes.
Los principales motivos que recrudecieron la situación del sector más vulnerable de la sociedad fueron la devaluación superior al 50%, la inflación del 47,6%, caída del empelo y shock tarifario. Aún más grave son los datos respecto a la alimentación: un 29,3% tiene déficit en sus comidas, un 13% pasó hambre durante 2018 y la asistencia en comedores alcanzó el 35%.
“Las crisis socioeconómicas como la actual pegan con especial dureza en las infancias. El efecto que tiene sobre el ejercicio de derechos básicos como el alimentario no es el mismo que en otros períodos de la vida”, sostuvo Ianina Tuñon, Investigadora Responsable del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia al diario Ámbito Financiero.
El análisis realizado por la UCA analiza «inequidades asociadas a cada dimensión de los derechos del niño» especialmente enfocadas en alimentación, salud, hábitat, subsistencia (pobreza), crianza y socialización, información, educación y trabajo infantil.
En cuanto a la distribución geográfica, el conurbano bonaerense mostró el mayor índice ya que la pobreza alcanza al 63,6% de los niños, lejos del 54,2% del año anterior. En tanto en el territorio que gobierna con promezas de cambios María Eugenia Vidal desde el 2015, el 15,4% son indigentes.