Según una reciente publicación de la Fundación Vida Silvestre Argentina, los incendios forestales se han convertido en una problemática cada vez más frecuente en el país, con focos activos que afectan ecosistemas, comunidades y economías locales. En el contexto del cambio climático, las altas temperaturas, la baja humedad y los fuertes vientos crean condiciones propicias para la expansión del fuego, elevando el riesgo de incendios de gran magnitud.

El impacto en la Patagonia y el riesgo en otras regiones

Las provincias del sur se encuentran entre las más afectadas. En Chubut, los incendios han consumido más de 6.800 hectáreas, mientras que en Río Negro el avance del fuego supera las 2.800 hectáreas, incluyendo áreas protegidas como el Parque Nacional Nahuel Huapi, donde se registraron más de 10.700 hectáreas quemadas.

Sin embargo, el problema no es exclusivo de la Patagonia. En otras regiones del país, como Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Chaco, las altas temperaturas del verano elevan el riesgo de incendios forestales. En el Partido de La Costa, donde existen importantes zonas de bosques y médanos, las autoridades locales, a través de Defensa Civil y el municipio, han reforzado los mensajes de prevención y cuidado en el uso del fuego, tanto para residentes como para turistas.

La necesidad de un enfoque preventivo

Desde Vida Silvestre remarcan la urgencia de fortalecer las políticas de prevención y respuesta temprana, además de garantizar la restauración de los ambientes incendiados. Aunque la ley establece la existencia de un Plan Nacional de Manejo del Fuego, hasta el momento no se ha implementado una estrategia integral a largo plazo.

«La crisis climática exige un cambio de enfoque. No podemos seguir reaccionando cuando el fuego ya está fuera de control», sostuvo Manuel Jaramillo, director general de la fundación. Además, enfatizó la importancia de una coordinación efectiva entre Nación y provincias, así como de dotar al Servicio Nacional de Manejo del Fuego de los recursos necesarios para prevenir y combatir estos eventos extremos.

Según un informe de WWF, el 75% de los incendios a nivel global son causados por actividades humanas, ya sea de manera intencional o por negligencia. En un contexto de temperaturas récord y sequías prolongadas, la prevención y la concientización se vuelven claves para evitar que esta crisis ambiental siga agravándose.

Para más información, la publicación completa de Vida Silvestre está disponible en www.vidasilvestre.org.ar.

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