Conocimientos gastronómicos, unión familiar, calidez humana y visión comercial se fusionan en un novedoso local que abrió sus puertas en Mar de Ajó Norte.

Hallar todos los ingredientes para preparar un plato gourmet no era sencillo en la zona sur del Partido de La Costa y, en ese marco, se complicaba por ejemplo la idea de hacer sushi o sorprender a personas celíacas con un menú fuera de lo común.

Desde hace poco más de diez días, para satisfacción de quienes adoran combinar sabores e innovar en la cocina, llegó a Newbery 1240 (Mar de Ajó Norte) GPS Para el Cocinero, un emprendimiento familiar que ofrece una amplia variedad de frutas secas, legumbres, aceites, especias y productos de repostería.

Durante la inauguración, Alicia Teresa Parrottino de Giacco, una de las dueñas de este local, brindó detalles acerca de cómo surgió este espacio y adelantó algunas ideas que llamarán la atención de los consumidores.

“GPS Para el Cocinero nació para acercar aquellos productos que no se suelen conseguir tan fácilmente. Durante un tiempo, con mis hijos estuvimos en la búsqueda, investigamos un poco y aquí estamos”, señaló Parrottino.

GPS Familia

 

Tanto ella como Gladys Alicia Giacco, otra impulsora de GPS, confían en que el negocio entusiasme a los vecinos y permita profundizar en La Costa la pasión por cocinar.

Cabe resaltar que Alicia es una pastelera recibida en el Centro de Formación Profesional 402 de Mar de Ajó que aún sigue en formación. Para ampliar sus conocimientos gastronómicos, en la actualidad estudia Panadería y Repostería en el C.E.C. de San Bernardo y Cocina Internacional en el C.E.A.O. de Santa Teresita.

Tanta importancia le da ella a la actividad culinaria que, además de comercializar ingredientes en GPS Para el Cocinero, quiso darle al negocio un valor agregado: por eso, quien adquiera productos en este local costero recibirá, junto a la factura correspondiente, una receta a modo de estímulo y, tal vez, obtenga como detalle extra algún “secretito” como orientación (sí, como lo hace un GPS) para preparar platos únicos y deliciosos, tanto dulces como salados.

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