Boca y River empataron 0-0 en la ida de las semifinales, se jugó poco y mal, hubo escasas ocasiones de gol  y mucha violencia.

El partido se dio como si toda esa excitación que generó en la previa el duelo entre Boca y River por la primera semifinal de la Copa Sudamericana se hubiera transformado en fuerza bruta y no en fútbol. Apenas iban cuatro minutos cuando Leonel Vangioni lo levantó por el aire a Juan Manuel Martínez y vio la amarilla en la mano de Silvio Trucco.

A los 30 del primer tiempo, Fuenzalida reemplazó al «burrito» Martínez, que nunca se pudo recuperar de la patada de Vangioni. Pero Boca apenas tiraba pelotazos para que Calleri bajara alguna pelota ante la dura marca de Funes Mori. No pasaba nada -Calleri tocó para Chávez que remató de zurda casi sin ángulo y contuvo Barovero

Iban 3 minutos del segundo tiempo y Funes Mori le dio una patada a Calleri que le valió una amarilla. Quedaba claro desde el principio que el complemento iba a ser tan disputado como el primer tiempo. A los 12, lo amonestaron a Carlos Sánchez y a los 14 se cruzaron Gago y Teo Gutiérrez, y otra vez Trucco sacó la amarilla para ambos.

A cinco del cierre, Gallardo sacó a Pisculichi y puso a Augusto Solari. River terminaba el partido un poco mejor que su rival, atacando y ganando las divididas en el medio. Pero sobre el final, Boca tuvo un tiro libre desde la izquierda que Colazo envió al corazón del área. Allí sorprendió Gago, medio con la cabeza y medio con el hombro, pero Barovero se quedó con la pelota en dos tiempos.

Al final fue un 0-0 inexorable. ¿A quién le cayó mejor? Los de Boca se fueron contentos porque no les marcaron goles en su cancha y si anotan como visitantes tendrán ventaja. Los de River se fueron tranquilos con el empate y confiando en que podrán ganar dentro de siete días en el Monumental.

El que perdió fue el fútbol.

 

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